jueves, 3 de octubre de 2019

Se queja el Vicho



Se queja el Vicho
que Dora la iñora
no le habría dicho
fielmente la hora

A qué hora se ora
habría preguntado
más Dora la iñora
no habría escuchado

Y quién reza ahora
El Vicho se ha ido
Si Dora está sorda
se pierde el sentido

A quién reza Vicho
lo ignora la iñora
No todo está dicho
Quién dijo que ora

Si ateo es el Vicho
y atea es la iñora

domingo, 17 de febrero de 2019

Memo, el oso hormiguero

Memo, el oso hormiguero


La imagen puede contener: césped, exterior y naturaleza


Me llaman oso, sin ser oso y si me ven en un árbol, pensarían soy un mono, pero es mi larga lengua la envidia de todos.


Muchos se quejan cuando las hormigas a su casa llegan; y yo que las busco día a día porque son mi comida favorita.


Tengo el hocico puntudo y grande, como una trompa de elefante; es para succionar a cuántas hormigas tenga por delante.


Siempre confundimos a nuestros depredadores; nunca saben si es cola o cabeza lo que están mirando.


Me llamo Memo, no Nemo y no soy oso ni mono ni elefante, soy un oso hormiguero.


lunes, 11 de febrero de 2019

Pirincho, el erizo

Pirincho, el erizo



Soy Pirincho, el erizo y quería contarles a todos los niños que yo no pincho, que eso lo hace el puerco espín, mi primo.

Comparado con mi primo, yo soy más bien chiquito. Si él come vegetales, pues yo me alimento de bichitos.

Ambos somos asustadizos y nos enroscamos como niños, pero mi primo te podría hacer una herida pues aprendió a lanzar sus espinas; aunque las mías son más bonitas.

En mi familia nadie nació para ser mascota, pero aquí estoy, contándoles mi vida mientras arranco de una gata llamada Carlota.

Ya no recuerdo de dónde vengo. Menos mal somos solitarios, sino me hubiese muerto. Me acompañan eso sí la gata y un perro.

Todos los días me río del nombre que eligieron para mí. Quizás a quién se le ocurrió nombrar Pirincho a un erizo, si yo ni pincho.

Qué daría por ir allá donde juegan la gata y el perro, y no estar aquí de adorno en una cama esperando a quien dicen es mi ama.

jueves, 30 de septiembre de 2010

No más cuentos de hadas

No más cuentos de hadas

Calladamente cerró sus ojitos y, simulando un profundo sueño, se quedó Edelmira esperando que su madre le regalara aquel tierno beso en la mejilla, tomara el libro de cuentos y apagara la luz en forma de despedida, dejando entreabierta la puerta luego de contarle una vez mas una de sus historias de princesas y hadas; historias tristes y finales felices.

Pero Edelmira, una vez sintiéndose sola, abre sus pupilas y vaga buscando en sus recuerdos, de noches y noches de cuentos y da cuenta que ninguna de aquellas dulces y hermosas princesitas eran como ella. Blanca Nieves; de piel blanca como la nieve y su cabello negro azulado, mientras La Bella Durmiente resaltaba con su piel también blanca y su pelo de un rubio resplandeciente; ninguna se parecía a Edelmira.

Puso sus piecitos delicadamente sobre la bajada de cama y caminó despacio, procurando no hacer mayor ruido, hacia el espejo largo y ovalado que sus padres le habían obsequiado para que se peinara y vistiera como aquellas princesas.

Encendió la lámpara del tocador y se detuvo. Se encontraba frente a frente con ella misma; contemplándose. Su pelo, su carita. Pasó sus manitos por el rostro, descubriendo sus pecas o manchitas de sol, como solían decirle papá y mamá.

Nunca seré una princesita como en los cuentos de mamá –pensó en voz alta mientras, sin complejos se miraba. ¿No se dará cuenta que no existen princesitas con pecas o colorinas como yo, que encima me la paso colorada? Ya no quiero jugar a ser princesa ni quiero tener un hada –lanzó en un último suspiro. Apagó la luz y se durmió plácida y tranquilamente abrazada a la almohada, como si recién se hubiese acostado tras jugar y jugar todo el día con sus amigas en la plaza, con su pelo revuelto, sus mejillas coloradas; una sonrisa feliz sin cuentos de hadas; agotada, como si ya fuese de madrugada.




::: Cristtoff Wolftown © :::

martes, 18 de mayo de 2010

¿Un amigio Mamia?

¿Un amigio Mamia?


¡Mamia, tengio un problemia, Mamia!

Tranquilio yo jugabia, yo tranquilio
a la pelotia, yo jugabia un partidio
y lleguió esie y me la robia, Mamia.


Mamia, Mamia ¿estiás tú sordia Mamia?
Dijie que esie vinio y me robió todio
y tu te alegrias Mamia; cerio apoyio.
Hijio, él es un amigio, Hijio acabia.


Mamia, Mamia ¿pero quié es un amigio?
¿esie quie no dejia juguiar y robia?
No Hijio,
amigio es quien contigio viá juguiar;
un compañerio y así no estiés solitio.


Esio Hijio..
es un amigio.





::: Cristtoff WOLFtown © :::

Pacita recita la Ballenita

"Pacita recita la Ballenita"

Recítanos Pacita- pedía la Tía.
Recítanos Pacita tu Ballenita..

Apenas avises que llega el Lobo
todos unidos seguiremos a coro,
¡Lobo de mar, no crean es otro!

Todos miran esperando a Pacita.
Bello recita Pacita su Ballenita.

Pero Pacita tiene penita. Ya no.
Ya no le gusta la parte del lobo;
le asusta oír sus gritos a coro.

A Nadie importa qué diga Pacita,
solo esperan recite su Ballenita.

Por dentro ensaya pero sin coros:

"Mi Ballenita va llenita
llenita mi Ballenita
nadando por la orillita
rascándose la guatita.

Alegre iba mi Ballenita
parecía Caperucita
una monumental Sirenita
de guatita llenita.

Mi Ballenita va llenita
pero por distraída
queda varada a la orilla
se asusta y grita
¡es el Lobo, es el Lobo!
¡de mar, no otro!
y se acerca a mi guatita
sáquenme al Lobo
que me asusta como mira.

Soy una Ballenita
que no quiere ser comida
”.

Todos miran esperando a Pacita.
pero Pacita hoy a Nadie recita.


[CW]

viernes, 30 de abril de 2010

Carola Pata Coja (y sus 2 finales)

Carola Pata Coja (y sus 2 finales)


Terca como ella sola, como ninguna, decía su Abuela Cocoroca. La nieta predilecta sin escuchar consejo alguno se largó de casa, en fuga, para recorrer el camino que hiciera alguna vez la famosa y heroica Gallinita Trula.

El nombre de esta joven y osada; Carola Pata Coja.

Desde el cascarón había crecido asombrándose al alero de las historias de quien, para todo el establo y gallinero era digna de loas.

Cierto es que la porfía fue una de sus seudo-virtudes desde patita, mas ésta vez ni ella sabía hasta donde su instinto la conduciría; conocida era la historia de aquella proeza y que bien podría, sin desearlo, vivirla ella misma.

Recorrería paso a paso la misma ruta que, desesperada años atrás, hiciera su heroína dando una alerta catastrófica a todos quienes encontrara a su paso y sobreviviendo a ser devorada por Mili, una temeraria y salvaje Zorra.

No importando los peligros, de la misma forma entonces, Carola Pata Coja emprendió su camino en busca de todo rastro, invocando a la fortuna, a fieras esquivando, sorteando quebradas y suplicando no le fallara su patita coja tan bien entablillada.

Ten cuidado -escuchaba una voz interna Carola Pata Coja-. Ten cuidado con los extraños que por tu paso encuentres solitarios deambulando. Evítales y prosigue tu senda. No encontrarás a mis amigos; fueron en su tiempo devorados por aquella Zorra de quien, agudiza tus sentidos; podría tener descendencia y ser más rapaces y mortales sus hijos.

De memoria recitando los pasajes en que la Gallinita Trula iba sumando compañía a su empresa, Carola Pata Coja concentrada no dio cuenta de una gran fosa que delante se abría amenazante y, en menos de lo que canta un gallo cayó de bruces; encima, estrechando primero justo su patita coja.

Inconciente y magullada por completo quedo nuestra aventurera Carola Pata Coja sin dar señal alguna de pronta mejora.

Deben haber pasado horas antes de sentir unos golpecitos en la cabeza. Abrió los ojos lo más que pudo y, sacudiéndose un poco, logró mirar hacia arriba luego de encandilarse con la viva luz que le llegaba. Solo veía una silueta que le hablaba con ecos, arrojándole una cuerda hecha de lianas e instándola a sujetarse de ella. Arreglándoselas a mal traer, logró pasar la cuerda entre sus alitas y se entregó a su salvador ó salvadora que, de a poco y lentamente la subía.


[1er final]
No fue sino hasta llegar al umbral de la trampa en que hubo caído, cuando sintió el lastimador y certero zarpazo de un pequeño Zorro que feliz y contento celebraba la ocurrencia de haber ayudado a una pata malograda para saciar el hambre que por horas su panza amenazaba.

Carola Pata Coja no llegó a cumplir su sueño. Rotos quedaron el esfuerzo, la porfía y los días caminados para descubrir la ruta de su heroína la Gallinita Trula, quien salvó por milagro de un cruel destino pero sin heredar dicha suerte a quien, desde el cascarón, soñó emular su aventura y volver llena de orgullo para, a sus amigas, envidia provocarles contando que su osadía le habría hecho triunfar tal como aquella gallina.



[2do final]
No fue sino hasta llegar al umbral de la trampa en que hubo caído, cuando sintió el cálido abrazo de Cocoroca, la Abuela, sosteniéndole el cuerpo tras haberla izado con gran esfuerzo.

Mi nietecita hermosa. Verás, no alcanzaste a caminar siquiera 1 hora, cuando tu amigo Flavio el Ganso nos avisó que te encontrabas muy herida y que necesitaba ayuda para sacarte de un gran foso con vida. Nos movilizamos rápido y tejimos esta liana que arrojamos y luego entre todos despertarte intentamos. Sonrojada, Carola Pata Coja solo daba y daba a todos las gracias.

Fue así como Carola Pata Coja comprendió que la porfía y la intención de provocar envidias no siempre son nuestras mejores guías y que vale la pena aceptar consejos para afrontar mejor nuestros sueños y retos.





::: Cristtoff WOLFtown © :::