lunes, 11 de febrero de 2019

Pirincho, el erizo

Pirincho, el erizo



Soy Pirincho, el erizo y quería contarles a todos los niños que yo no pincho, que eso lo hace el puerco espín, mi primo.

Comparado con mi primo, yo soy más bien chiquito. Si él come vegetales, pues yo me alimento de bichitos.

Ambos somos asustadizos y nos enroscamos como niños, pero mi primo te podría hacer una herida pues aprendió a lanzar sus espinas; aunque las mías son más bonitas.

En mi familia nadie nació para ser mascota, pero aquí estoy, contándoles mi vida mientras arranco de una gata llamada Carlota.

Ya no recuerdo de dónde vengo. Menos mal somos solitarios, sino me hubiese muerto. Me acompañan eso sí la gata y un perro.

Todos los días me río del nombre que eligieron para mí. Quizás a quién se le ocurrió nombrar Pirincho a un erizo, si yo ni pincho.

Qué daría por ir allá donde juegan la gata y el perro, y no estar aquí de adorno en una cama esperando a quien dicen es mi ama.

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