domingo, 15 de noviembre de 2009

Alberta, la mosquita muerta

Alberta, la mosquita muerta



Volando se la pasaba jugueteando
zig-zagueante su hambre saciando.
A veces visita casas abandonadas
muchas otras basurales desolados.


La mosquita Alberta así la pasaba
sufriendo jaquecas, algo mareada.
Tantos ojos le habían sido dados
tanto mirar, no sabía qué miraba.


Un buen día aterrizó en un baño
el olor, era hedor; vaya humanos.
Fue tanto, que quedó angustiada.
Paró, pues no pudo seguir volando.


Alberta quedó perpleja, embobada
el olor la había dejado asqueada.
Nunca sintió, en su vida viajando
hedor como este, de la raza humana.


Se tapo sus narices y salió volando
huyendo de tan asqueroso escenario
sin embargo pronto se vio atrapada
cerraron la ventana, murió aleteando.


Pobre mosquita Alberta, abandonada
conoció el infierno, sus llamaradas.
Por buscar comida y andar vagando
en mosquita muerta fué tranformada.




..:: CRISTTOFF WOLFTOWN ©::..

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